Impresionante ruta circular, se trata de un recorrido corto pero exigente, con tramos de camino equipados para el ascenso y descenso del mirador de Valloré, donde tenemos unas fabulosas vistas de toda la zona. El retorno al pueblo de Montoro de Mezquita es ya mucho más tranquilo, transcurre por un tramo de estrechos del rio Guadalope equipado con pasarelas de madera. Debemos evaluar bien este recorrido, ya que transcurre por tramos que pueden ser peligrosos por las inclemencias del tiempo, la lluvia, el aire, crecidas y posibles desprendimientos de piedras, abstenerse personas con vértigo y miedo a las alturas.
Datos técnicos
Acceso con Google Maps
Descripción
Estacionamos nuestro vehículo en el parking que hay a la entrada del pueblo, tenemos una gran explanada de tierra con cabida para numerosos vehículos. Nos dirigimos hacia el área recreativa de «Las Eras», al otro lado del pueblo y donde empieza la ruta, tenemos diferentes paneles informativos sobre la localidad y sus alrededores.
Desde aquí iniciamos nuestro ascenso siguiendo las indicaciones de los postes informativos, el camino está marcado con señales de pintura amarillas y blancas de sendero PR.
Al principio es suave, pero conforme nos acercamos a la pared rocosa el sendero va cogiendo pendiente, llegados a la pared, seguimos dirección norte por una serie de fajas que transcurren por la misma, los tramos más expuestos están equipados con cable y algunas grapas, poco antes de llegar a un pequeño collado tenemos el tramo más vertical que superaremos con la ayuda de unas grapas, a pocos metros tenemos el fabuloso mirador de Valloré, donde tenemos unas espectaculares vistas de los estrechos del Guadalope, barranco Valloré, Boca Infierno, Muela del Gabardal y Hoz Mala.
Iniciamos el descenso por la vertiente contraria cogiendo en dirección sur, este tramo también transcurre por una serie de fajas en descenso, con varios pasos equipados hasta llegar al Barranco de Valloré, hacemos un giro de 180º y vamos descendiendo el barranco hasta llegar a los Estrechos del Rio Guadalope.
Aquí el rio se ha abierto paso entre las grandes paredes, labrando en su interior un tramo de estrechos de poco más de doscientos metros, este tramo está equipado con unas pasarelas de madera para salvar los tramos inundados.
Al finalizar este tramo nos encontramos las pozas donde antiguamente se bañaban los lugareños y el azud por donde se desviaba el agua para el pueblo.
Aquí la senda asciende hasta el camino principal y llegamos nuevamente al pueblo junto al área recreativa.